UN CASTILLO EN EL CIELO QUISIERA PARA TI

Si toda la ilusión se centrara en una noche, la noche del día más patético, la noche oscura, el alba, la magia perdida en unas palabras, y en un conteo en retroceso, la mañana con el filo del fusil en la mirada, el rostro blanco y el pecho ardiendo, lagrimas brotando de ojos que no se enteran que están llorando, un abrazo en la soledad, un beso en la frente, otro en las manos creadoras de abrigo, extremidades rozando los hombros desconsolados, personas haciendo preguntas, vistazos desconcertados, y después, solo, solo… únicamente solos, detrás de las rejas del desequilibrio, tristeza, malestar, coraje, todo bañado con un anhelo por una noche que tendría la capacidad de borrar la mañana mas dramática, la noche que con solo traer a mi abrigo un abrazo tierno y un entrelazamiento de nuestras manos sanaría el dolor del vacío de mi alma, pero en la tarde lluviosa, todo se viste de otro modo, la llegada tardía de la compañía, mi esencia arrastrándose por el piso, se retraso y eso era un indicio del interés sin sentido, de la esperanza desesperanzada, como siempre, de la silla solitaria en la mesa para dos, tu llegada tan en silencio, con un beso en la mejilla, con un par de cervezas a la luz de una velas, mientras alguien cantaba algunas verdades de la vida, yo contemplando tu sonrisa sintiendo como si algo me apretara desde dentro, tus labios siguiendo las letras emanadas de otra boca que no era la mía, una vez mas, ya no duele, cuando sufres tanto, y en periodos de tiempo indefinido, después de tanto y tanto, un día cualquiera, simplemente te acostumbras, y dejas de sentirlo, entonces ese vacío suele ser remplazado por rabia y miradas de reproche, con un tono de sarcasmo y solo una pizca de desilusión, tus labios tejieron las palabras que no tendrías que decir, o quizás las frases que yo no quería escuchar, hubiese preferido seguir simplemente llegando al limite de la expectación y la incertidumbre, hay quien dice que es mejor saber la verdad, yo preferiría seguir tomando del manantial de tus besos y alimentándome de tu ser, pero ya no, no me perteneces y nunca pretendí que fueras mía, solo creí que podíamos crear algo, compañía un poco mas cercana una relación que no precisa de promesas, no sentirte ausente, sentir tu respiración sobre la cama, solo pretendía que fuésemos quien somos. Esta tarde desearía que no exista el tiempo y que todo se de un baño de oscuridad para no recordar tu mirada desconcertada en la nada y mis pasos solitarios en la madrugada, pero talvez es mejor dejar de construir puentes de lava ardiente sobre el mármol helado así no pensaría en culpables, porque no los hay. Claro que no, ese pensamiento no soy yo; Fácil, solo seguiré construyendo castillos de cristal sobre la arena, con mis manos llenas de polvo de estrellas…